España despide a Adolfo Suárez con todos los honores de Estado. Tres días de luto
y un funeral de Estado que contará con la presencia de las más altas
autoridades del país servirá para homenajear al que fue el primer
presidente de la democracia. Las honras fúnebres a Suárez, como ya
ocurriera con su sucesor el cargo Leopoldo Calvo-Sotelo, incluirán
también 24 horas para que este lunes los españoles puedan presentar sus
respetos al expresidente en el Congreso de los Diputados en el que
tantas y tan intensas horas vivió.
Los restos mortales del exjefe del Ejecutivo,
envueltos en una bandera española, partían esta mañana, a las 9.35
horas, rumbo al Congreso de los Diputados en un cortejo encabezado por
la Policía Municipal y escoltado por motoristas de la Guardia Civil y
del Cuerpo Nacional de Policía.
A las 10.00 horas, el jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy,
los expresidentes Felipe González, José María Aznar y José Luis
Rodríguez Zapatero, el líder de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba, y
los presidentes del Congreso y Senado, Jesús Posada y Pío García
Escudero, además de otros representantes de las más altas instituciones,
recibían al féretro
en la escalinata del palacio de la carrera de San Jerónimo. El ataúd
del expresidente ha pasado por la puerta de los Leones, que solo se abre
en ocasiones excepcionales. Diez soldados del Regimiento Inmemorial del
Ejército de Tierra formaban el piquete de honor que portaba el féretro
de Suárez hasta el Salón de Pasos Perdidos de la Cámara Baja, donde se
ubica la capilla ardiente. Tras ellos iban los hijos y nietos de Adolfo
Suárez, mientras más de un millar de personas, algunas con lágrimas en
los ojos, se daban cita a las puertas del edificio.
Condecoración a título póstumoRey Juan Carlos
Media hora después, el Rey Juan Carlos,
la Reina Sofía y la infanta Elena se sumaban al homenaje al que fuera,
junto con el Monarca, el gran artífice de la Transición. También está
previsto que a lo largo de la jornada acudan a la capilla ardiente los
Príncipes de Asturias, que esta mañana se encuentran en Bilbao para dar
su último adiós al que fuera alcalde de esa ciudad, Iñaki Azkuna. A las
12.30 horas de hoy quedará abierta al público la capilla ardiente y
durante 24 horas la ciudadanía podrá presentar sus respetos a los restos
mortales.
Entre los tributos que se rendirán a Suárez
destaca la imposición por parte del Rey, a título póstumo, de la primera
y más alta condecoración civil que se otorga en España, el Collar de la
Real y Distinguida Orden de Carlos III, cuya concesión ha aprobado el
Gobierno en sesión extraordinaria a las 9.30 horas de la mañana. También
le será impuesto el Toisón de Oro, que concede el Rey.
Tercera vez
Esta será la tercera vez en la historia reciente
en la que la cámara baja acoja una capilla ardiente, tras la del
expresidente Leopoldo Calvo Sotelo y la de Gabriel Cisneros, uno de los
padres de la Constitución. Las familias de otros de los ponentes de la
Carta Magna, como Manuel Fraga, Gregorio Peces-Barba y Jordi Solé Tura, y
también el expresidente de la cámara baja Félix Pons, rechazaron el
ofrecimiento.
Concluida la capilla ardiente, el martes por la
mañana el féretro de Adolfo Suárez será llevado por un piquete de honor
fuera del Congreso, donde se le rendirán honores militares y se entonará
el himno nacional. Luego, su cuerpo, sobre un armón de artillería y
seguido a pie por la familia y las autoridades, será conducido hasta la
plaza de Cánovas del Castillo, donde una salva será su último adiós
oficial. Inmediatamente después, sus restos serán llevados a Ávila,
donde será enterrado en la catedral de la capital abulense. Este mismo
lunes, los restos de su esposa, Amparo Illana, enterrada en 2001 en la
capilla de Mosén Rubí, serán exhumados y llevados al templo catedralicio
de Ávila para ser enterrados de nuevo junto a los de su marido.
Los cuerpos de ambos, después de la celebración de
una misa de corpore insepulto, serán inhumados en el claustro de la
iglesia, el mismo lugar donde desde 1984 descansan los restos del
presidente de la República en el exilio Claudio Sánchez-Albornoz.
Entre tanto, el Gobierno decretó ayer tres días de
luto oficial por la muerte del exjefe del Ejecutivo. A partir de este
lunes y durante el martes y el miércoles, todas las banderas de los
edificios públicos de la administración central, incluidas sedes
diplomáticas, gobiernos autonómicos y locales, ondearán a media asta.
Durante esas tres jornadas de luto, igualmente, quedarán suspendidas
todas las celebraciones que involucren a administraciones públicas.
El gran acto de homenaje oficial, no obstante, no
tendrá lugar hasta el 31 de marzo, a las 19.00 horas. Será entonces
cuando tenga lugar el funeral de Estado por el expresidente Suárez en la
catedral de La Almudena de Madrid, con la presencia de los Reyes.